En un país catastrofista y en el que disfrutamos mucho más tirando ídolos que encumbrándolos, no es de extrañar que sea imperdonable el paso de indie a rozar un poco la comercialidad. En ese instante los 'modernos' que se creen tan especiales y diferentes por escuchar algo te señalarán con el dedo de forma inquisitoria y dirán que has traicionado tus orígenes, y desde ese momento habrás caído en desgracia. Algunas webs de reconocido 'prestigio' dirán hasta que tienes buenas canciones, pero eso sólo te valdrá un suficiente, todo sea por dejar claro que ya no eres 'guay' y acabarás comparado con La Oreja De Van Gogh para dejar clara tu decadencia. Pero más allá de todo eso, la verdad es que siempre nos estamos quejando de lo que vende en nuestro país, de las apuestas latinas imposibles, de los grupos con producción penosa y repetitiva, entonces ¿son tan malos Sidonie, Deluxe o Lori Meyers?, no, pero todos ellos venían de un pasado más independiente y en ocasiones han ido perdiendo personalidad y asemejándose de forma peligrosa a otros grupos de dudoso interés, lo que ocurre es que a pesar de ese acercamiento siguen practicando un pop mucho más decente que la mayoría, así que mejor que esto ocupe las radiofórmulas, no como mal menor sino como paso a otras propuestas.
'Cuando el destino nos alcance' tiene un coqueteo evidente con la electrónica, aunque que nadie se asuste porque aparece el sonido típico del grupo. Casi nadie podrá dudar de la potencia del single 'Mi realidad' que es capaz de pegarse a la cabeza con sólo una escucha. 'Corazón Elocuente' tiene una buena base aunque la letra muestra unas cuantas debilidades. '¿Aha han vuelto?' tiene mucho más toque ochentero y juega más con los ritmos electrónicos. 'Castillos de naipes' tiene una bonita melodía y un aire nostálgico aunque no termina de funcionar. 'Rumba en Atmósfera Cero' cae en cierto convencionalismo, y esa es quizás una pega que se extiende por varios temas del disco, que en su supuesta inmediatez acaban por convencer menos de lo que se espera. No está nada mal 'Nuevos Tiempos' que resulta muy divertida, lo mismo que los aires populares y más calmados de 'Ventura'. 'Religión' bordea el terreno Dorian con acierto, la percusión da cierto ritmo y un toque mucho más energético en 'Condicional hipotética' .
Lori Meyers quizás nunca sea el grupo indie de referencia ni sus ventas se sumen por miles de discos, ni siquiera puede que llenen grandes aforos, pero al menos apuestan por una tierra de nadie que está bien explorar y que no debería ser objeto de furibundas críticas, al menos parecen divertirse y se les entiende lo que cantan, de otros muchos no podemos decir ni lo uno ni lo otro. 6,5/10
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