Ese derroche de ruido se convierte tras una primera escucha en un compañero más que agradable que dan ganas de reencontrar, aunque es evidente que quienes esperan encontrar por ejemplo un nuevo 'El Fantasma de la transición' no podrán más que verse decepcionados, porque ese sonido más pulido y con tintes electrónicos de teclados apenas se encuentra en este segundo disco, en donde lo que prima es el sonido más grueso. Se podrá llamar cambio o revolución o hasta involución, porque el sonido actual parece aún más de garage que el anterior. El caos que inunda el concepto global del disco, se hace más patente en las letras que por momento parecen desordenadas y encajadas en un sonido cercado a The Smell o HEALTH, que funciona de forma contundente como en 'De la monarquía ala criptografía'. Así que más allá de esos referentes que ellos mismos confiesan se trata de un álbum en donde todo está perfectamente encajado, aunque ellos digan que tocan y que esto es lo que les sale, y que no piensan en singles ni en ese tipo de cosas, la realidad es que el disco es una pieza única y compacta. La política, las referencias a la Iglesia se entremezclan en unas letras que no conviene perder de 'oído'.
'Año santo' es un disco con el que te darán ganas de no terminar, uno de esos que corre el riesgo de quedarse con el repeat de forma indefinida. 8,5/10
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