viernes, 25 de diciembre de 2009
Happy Holidays.
Felices... a completar por quien quiera, los habrá que lo rellenen con Fiestas, o con Navidad...hay una infinidad de opciones para todos aquellos que se dejan llevar por el estado anímico general y se sumergen en esa espiral que reconvierte a la mayoría de las personas en algo más generosas que de costumbre. Esos que un día no se acordaron de ti ni para responderte un mensaje de repente te tienen presente en Nochebuena, aprovechan para felicitarte, es la hipocresía y lo que más demuestra eso de que cuando alguien no te llama es porque no quiere hacerlo, no hay excusas. Pero este post no va de lo que podemos hacer y lo que no, va de como el comportamiento muta, de como probablemente todos somos muy benevolentes con nosotros mismo y mucho más vehementes con los demás, de como cambiamos la visión dependiendo de si nos afecta algo o no. Y esto tiene una parte de autocrítica, no se puede pretender que la gente entienda bien los procesos internos de cada uno, y en especial cuando tienes un año confuso, extraño, de bandazos...puedes pretender que algunos, esos que te conocen bien, te entiendan, en mi caso estoy satisfecho pero aún así a veces he tenido esos momentos de soledad donde crees que nadie te entiende.
El mundo no suele estar contra nadie, nosotros solemos ser los que estamos contra el mundo, aunque el mundo está lleno de idiotas cambiantes, aceptando que yo seguramente habré sido en algún momento uno de esos para otras personas. Ha sido un año de soltar lastre, dejando atrás a esas personas que cumplen a la perfección lo de tener 'la falda muy corta y la lengua muy larga', como nuestra fama siempre nos precede importa poco cuando alguien así sólo puede llamarte loco, a fin de cuentas la locura es un estado my lúcido. Tampoco importa mucho que algún desviado te juzgue sin conocerte, porque bajo esa capa superficial de gustos imposibles y de frivolidad absoluta no puede haber más que un abismo al vacío. Quizás si que una vez este año puse a alguien en mi lista de olvidados y la eché a volar, y no fui justo, así que desde esa playa donde supongo que estarás en el sur de la isla te mando un saludo especial.
Amigos de la infancia que vuelven, amigos que de verdad que parecen serlo, gente nueva que aparece y se va quedando, príncipes de los palmerales...todos ellos forman esa parte más lúcida de un año que es el de mi fin de carrera, el de una pérdida irrecuperable y el del optimismo como forma de supervivencia más que como un estado real. Mirando atrás es probable que haya ganado en barreras, en neutralidad pero eso es necesario, lo que no elimina las ganas de que te vuelvan a descolocar. Los cadáveres que dejamos a nuestro paso importan poco, serán muertos vivientes que algún día puedes cruzarte, nada más, importa todo lo demás. Felices Fiestas.
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