Antes de empezar la crítica de Kylie que nos visitará el sábado el Orgullo, quiero aclarar que las críticas que aquí aparecen, coinciden con las de la revista Must! porque su sección musical es una colaboración mía.
Kylie Minogue defraudó un poco con su 'X' y ahora ella misma ha reconocido que había demasiado de todo en aquel álbum que no fue entendido mucho por sus fans, ahora vuelve a su lado absolutamente más pop y onírico. Lo que resulta un poco triste de Kylie es que anda atrapada en una especie de bucle temporal que le impide tomar cualquier tipo de riesgo. En ese intento por contentar siempre a su público peca con un sonido que aporta bien poco y que si bien está cohesionado, es un cierto paso atrás y un intento, ya veremos si desesperado o no, de volver a ser la reina de las pistas de baile, atrás queda 'Slow' o 'Two Hearts', vuelve algo menos pulido, menos experimental, más trillado, y más la Madonna de hace tiempo. Stuart Price corre ya el gran riesgo de convertirse en el Timbaland de 2010, su omnipresencia, y a veces su carácter genérico al abordar las producciones lo hacen alguien a quien intentar evitar si lo que se quiere es tener un mínimo de personalidad, para producciones disco o de ese tipo con voces cualquiera tenemos millones de candidatas.
'All the lovers' no es un mal single pero quizás es un tanto tibio para una vuelta. Lo malo es que a pesar de esa tibieza que no termina por hacerte despegarte de la silla y bailar, el resto del disco contiene cosas mucho peores, como 'Everything is Beautiful' que es cargante y suena a un tema entre electro y de R&B descartado de cualquier álbum reciente. 'Aphrodite' es una de esas canciones que sí que hará disfrutar a sus fans y que es de lo más gay y eurovisivo del año, no se olvida aquí Kylie de su cierto ramalazo cutre - pop. 'Illusion' tiene unos arreglos resultones pero insuficientes para levantar un tema de pop más mediado que destacable. 'Better than Today' bebe mucho de los años ochenteros de Minogue y no anda muy alejado de ciertos temas de Day & Age. 'Too much' vuelve a caer en los mismo fallos, demasiado genérica, impersonal y prescindible.
En resumen, lo que algunos deberían hacer es dejarse llevar menos por productores de moda y buscar un sonido más propio que no te haga parecer cada vez más una niña mayor encerrada en una casa de muñecas, Kylie es simpática, cae bien pero su mundo pop es tan pequeño y constreñido como su estatura. 5,75/10