No es que abunden temas redondos, lo cierto es que el álbum pasa sin que nos demos cuenta y hasta parece divertido pero hay unas cuantas oportunidades perdidas. 'Fire with fire' es el gran grower aunque recuerda sospechosamente a cualquier producción de Price para The Killers, prueba a imaginarla con la voz de Flowers y casi nada cambiara y tachán un tema de The Killers. 'Any which way' empieza con una sirenas que parecen augurar algo sudoroso, pegajoso e imbatible, pero cae en cierto tono anodino. 'Harder you get' tiene su punto divertido y un toque algo más enigmático, como de cuando las luces se desvanecen y dos cuerpos sudorosos se unen. Y es que de lo que si está lleno el disco es de abundante carga sexual, de ganas de quitarse la ropa, de exhibicionismo y de revolcones desnudos en cualquier sitio.
Este 'Night Work' no es un mal intento y probablemente venderá muy bien pero es una aproximación más a un sonido muy explotado y que puede dar sopor, por no hablar de la insoportabilidad que está adquiriendo Shears. 5,9/10
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