James Murphy usa sus canciones para hacer unas cuantas declaraciones de intenciones, para lanzar algún que otro dardo a su compañía del disco EMI, que bordea la quiebra y con la que su mayoría de artistas parecen estar en pie de guerra. Dicen ellos que no escriben hits, aunque lo más correcto sería decir que los escriben pero que no se convierten en ellos, es innegable el potencial de 'Dance Yrself Clean' con un uso tan elegante de los arreglos y una base in crescendo que te atrapa con facilidad. Pero si algo identifica a esta banda son sus letras que se mueven fácilmente desde la ironía a la emotividad, y sin dar mucha cabida a las imposturas del mundo moderno, lo cual es de agradecer. En 'Drunk girls' habla de las diferencias entre las chicas y chicos borrachos, con un punto más que divertido, pero resulta igual de efectivo cuando la temática gira en torno al amor más descarnado en 'All I want' canta 'All I want is your pity, all I want are your bitter tears' . También funciona muy bien cuando de esa tristeza pasa a la dependencia proclamando que el amor es un asesino en 'I can change'. Bowie aparece como referente en varias canciones, en esa mezcla y batidora de elementos que es este disco.
Al final 'This is happening' da lo que exactamente buscamos, una mezcla acertada de sentimientos, de sensaciones y de arreglos que lo hacen un disco genial para cualquier momento del día y para disfrutar solos o en compañía. 8,25/10
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