OT, el guilty pleasure

Este año ya se han dicho miles de cosas de ese esperpento que ha montado la cadena del bufón de Italia (y presidente by the way), primero no sé si ese mal rollo del jurado es fingido, o directamente copiado del X-factor o del American Idol, pero da igual. Ver convertidos en protagonistas al jurado es lo mejor que le puede pasar a un formato en donde poco menos se soportar actuaciones que dejan un directo de Britney en el colmo de la profesionalidad. Los niños son a medias guapos y menos guapos y ellas lo mismo, tenemos copadas todas las cuotas, no vaya a ser que quien el líder se enfade, a saber, una kinki que habla mal y que parece sacada de un poblado de esos que andan tirando abajo, una guapa poco acostumbrada a que alguien le diga verdades y que soporta las críticas con firmeza, una autobautizada novia cadáver que es de lo mejor, y entre ellas algunas prescindibles piezas de karaoke que ni en mi barrio natal contratarían para las fiestas. Ellos pues el doble de Latre, el guapo sin talento, el gay casado… y lo mismo un mar de indiferentes que nunca triunfarán.

Ayer Risto se enfadó por la nominación a Virginia (aunque la rescatara el profesorado) y tiene razón, el mundo está lleno de voces que a decir verdad dicen poco, más vale tener una voz muy característica y agradable a una que llegue a más y su timbre se pierda al rato en el cerebro. Ese es el riesgo de todos menos de Virginia, que en un país normal sacaría un disco bien producido y podría ser buena, o acaso Duffy no es un producto y miren! Pero claro no somos UK, y aquí lo que quieren es sacar un disco cutre de versiones y poco más, shame on them! Nadie con talento debería entrar en esa academia, podríamos llenarla de mediocres y reírnos en la única parte interesante, la del jurado. Y por cierto las canciones son viejunas casi siempre y fatal elegidas, cuanto error, Telecinco es cada día más una cadena a la deriva, Facha3 va fatal pero tampoco debe ser consuelo.