Spunky - Un nuevo final

Es sin duda el alumno más aventajado de la ya trasnochada escuela de Alaska, de tanto creerse creadora de tendencias ha acabado como una caricatura teñida en exceso. Spunky ese hombre que todo gay quiere tener metido en su cama o baño, vuelve de nuevo, sorprende que con su pinta sea el corista de Alaska y se tenga que conformar con las migajas de lo que el puede hacer casi mejor que su diosa. En cuanto al disco en sí va muy en la línea de todo el universo Fangaoria. Aportar poco, más allá de unas cuantas melodías conseguidas y de unas letras que van hablando del desamor y del amor y que de puro simplistas que son, nos resultan familiares.

‘No te puedo olvidar’ tiene una base irresistible, y es un momentazo que no se vuelve a repetir en todo el disco. Es una pena que el resto navegue por esa frontera de la modernez ridícula, sin presupuesto y de pretensiones absurdas, que ni resulta reflexiva ni divertida. ‘Saber de ti’ funciona pero no llega a tener la fuerza suficiente, ‘Más triste es ser como tú’ vuelve por la senda de las emociones teñidas de pop, y el caso es que funciona mil veces peor que el optimismo desenfrenado de LCA. Y así se pasan los minutos en un disco que se pierde en su conjunto y del que es difícil quedarse con algo concreto. La sensación es que podría haber dado mucho más, todo queda demasiado superficial en el mal sentido, arreglos repetitivos y escasos. La verdad es que ha cogido lo peor del último disco de Fangoria y lo ha rematado con menos gracia y sin la inmensidad mediática y cárnica de Alaska. El veredicto es que se queda en un despropósito pero merece ser escuchado. LISTEN!

Spraystómetro – 5.5/10