viernes, 9 de noviembre de 2007

Blackout ¿Un fracaso?


El éxito o el fracaso, ese es el tema para las discográficas y para quienes se dedican a eso. Esta semana J.Lo ha visto como su contrato está a punto de romperse por las nulas ventas de ese disco al que nadie ha prestado atención ni prestará y ahora encima un embarazo, vamos que lo tiene todo para que la larguen. Por cierto que no deja de ser curioso que su disco sólo en español lo hiciera muchísimo mejor en las listas que este completamente anglosajón.

Pero qué ha pasado con Britney. Me ha dejado un poco descolocado leer por ahí que ha sido un éxito, que rompe récords y todo ese cuento que va un poco encaminado a mitificar la decadencia de Brit. Porque la verdad es que todo se ha quedado a medias, el disco va ganando cuanto más lo escuchas y al final hasta está bien, y encima las críticas tampoco han sido horribles, sólo han dicho lo que hay, que la producción es muy buena y la voz es un robot o podría serlo. Pero el caso es que todo ha quedado debajo del gancho mediático de Britney y su capacidad para hacer 0 promoción, salir gorda y fea vestida de gatita, para dar una entrevista en ONAIR donde parecía colocada y sin enterarse de nada. Con todo al final se le coge cariño a toda esa locura, mucho más que cuando iba de virgen, nos entretiene, y ya sólo por eso tiene que estar ahí. Ahora la cosa es que el disco queda debajo de todo ese rollo y nadie se acordará de él este año, nos acordaremos del paraguas, de la cabeza rapada y como mucho de su actuación. Y da pena porque hay temas que suenan increíblemente futuristas.

Por otro lado sus ventas sin ser malas, lo dejan en un quiero y no puedo, vamos que no llega vender tanto como para que nos asombremos, pero tampoco es un fracaso ni mucho menos. En resumen, que se queda en esa mediocridad, y lejos de lo que se le debe pedir a Brit, en UK se conforma con top3 y en USA pues tres cuatros de lo mismo. De hecho el álbum ha entrado en ambos países al #2. Eso sí, ya es más de lo que algunos esperaban y es que al final la promoción de los tabloides es impagable. Lo que pasa es que cosas así no hacen más que dejar claro que el final está cerca, tarde o temprano los productores se cansarán y la discográfica también y ella acabará siendo una gominola más. Pero que nadie llore siempre hay miles de gominolas más dispuestas a ser comidas.

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