
'Great DJ' ya nos descubrió lo que podía dar de sí ese rollo indie que quiere ser pop, o un pop que quiere ser indie, el caso es que funciona. 'That's not my name' taladra el cerebro y se queda enganchado, es imposible olvidarla, tanto que tiene el riesgo de convertirse en irritante. 'Fruit Machine' tiene un toque irresistible, y el hitazo del año debería ser 'Shut up and Let me Go' que yo no paro de escuchar una y otra vez. Pero el disco no decae en ese momento, 'Keep you head', 'Be the one' y así hasta completar con 'We started nothing' dan cuerpo a lo que es el mejor disco de 'pop' de lo que va de año, sin dudas, esto es moderno y no esos caramelos duros. 9
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