Kanye West es de esas personas que levanta odios por cualquier sitio, pero también consigue lo contrario, y a mí me tiene un poco hipnotizado como dirían las Lunae. Será un poco esa pose de moderno de libro, o sus referencias, o sus letras o vete a saber el qué, pero la cosa es que conmigo el invento funciona y su música ocupa ya un lugar privilegiado en mi iPod. La crítica de momento está de acuerdo con que ‘Graduation’ es bueno, muy bueno, pero y nosotros, ¿qué pensamos?Kanye West va un paso más allá, en esa progresión que comenzó con su debut ‘The college Dropout’ y se llena de influencias un tanto eclécticas, se mezclan U2, Daft Punk o The Rolling Stones, lo cual a mí me parece estupendo. Metidos ya en el disco, y con morbo de saber si de verdad ha trabajado tanto como dice, y sí de verdad su disco es lo mejor del año; sí todo esto ha salido de su boca que sufre un tanto de diarrea, que diría Sarah Silverman. ‘I Wonder’ es de lo más emotivo, con un comienzo irresistiblemente melódico, que se alterna de repente con la voz de West pero que acaba por transmitir más que cualquier basurón que nos venda la típica rubia o negra acompañada de rapero. ‘Good Life’ es de lo mejor y dan ganas de ponerlo muy alto y reventar los altavoces, y está destinado a ser otro éxito mundial. ‘Champion’ no está mal pero no tiene la fuerza de las otras dos y aunque sería mucho para 50 Cent, se queda en poco para West. ‘Flash Lights’ nos devuelve a los ochenta concretamente a Miami Vice, ‘Barry Bonds’ no funciona, y podría haber sido un descarte perfecto. ‘Big Brother’ con Jay Z, no está mal pero no es lo que se puede esperar de una colaboración así, que en el hip hop viene a ser lo que al pop Britney/Madonna.
En definitiva que Kanye West nos ofrece un disco bastante creativo, fácil de escuchar y con melodías, algo que parecía muy difícil en el hip hop hasta hace poco tiempo. Total, que es muy recomendable.
Spraystómetro – 9/10
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