Las discográficas no suelen caracterizarse por tener una paciencia infinita, es más cuando alguien tiene éxito meten presión rápidamente para que una nueva entrega sea editada, como ocurre en casi todos los campos donde el dinero está de por medio y en grandes cantidades. Y sino miren el ejemplo de la 'rápida' Gaga, Sade pertenece a otra casta, la de los que tardan demasiado en ese proceso, en un mundo como el nuestro importante es la capacidad de hacer un álbum de calidad pero también lo es ser consciente de que es necesario reciclarse, arriesgar y tener un buen manejo de los tiempos. Quizás en el mundo del pop más mainstream la única que acierta es Christina Aguilera, que en USA se ha desprendido de la etiqueta de 'teen' y ha pasado ha ser una artista, Sade que está a medio camino entre la comercialidad y la música más intimista no consigue encontrar su momento. Han pasado ya diez años desde 'Lovers Rock' y la pretendida expectación de su regreso sólo se siente en América donde su disco si que parece probable que consiga el primer puesto. En UK ella siempre ha sido más una aburrida, ese tipo de música que se pone de fondo, que suena en un ascensor. De hecho su disco no está generando un gran entusiasmo, 'Soldier of Love' ha sido recibido con tibias críticas en medios como la BBC, y el single no ha causado un gran impacto a pesar de ser con diferencia lo único que podría ser single del disco, y de que juega con una percusión que nos hará recordar algunas producciones de Tricky Steward.
Sade no es una letrista excepcional pero si que es una excepcional creadora de atmósferas y eso es lo que falla en muchos de los temas de su nuevo disco. Más allá de ese adictivo primer single, el resto de canciones pasan sin pena ni gloria, careciendo de la calidez de muchos de sus otros temas y sin aportar nada sustancial más allá de unas melodías y arreglos tan perfectamente ejecutados como fríos y poco novedosos. Sorprende que haya tardado diez años para hacer este álbum porque la sensación no es la de un proceso creativo intenso que se ha ido dilatando en el tiempo sino muy al contrario parece un disco destinado a complacer a su discográfica y a vender discos en el target de mayores de 40 años. En este sentido es curioso que un disco que ha tenido un tiempo infinito para gestarse suene tan improvisado como una producción que ha tenido un año. Teniendo en cuenta que la calidad no depende del tiempo sino del momento y de la inspiración de cada uno, Sade no está inspirada, es el resumen.
Hay un momento siempre en cualquier carrera artística en el que hay que escoger entre seguir haciendo algo que nos funciona o rendirnos al convencionalismo 'Soldier of Love' es más un regalo para fans que otra cosa, y eso a pesar de que hay algunas cosas interesantes como 'Babyfather'. Quizá lo malo de jugar con estos tiempos largos es que es muy posible la decepción, se acaba esperando tanto de un regreso que al final cuando se escucha no puedes más que creer que es superfluo, y esto viene de alguien que tenía muchas ganas de escuchar este álbum, puede ser que con los días y las escuchas la sensación se pase, pero por el momento 'Soldier of Love' no engancha.
Sade puede que contente a sus fans pero no es esto lo que se espera de alguien que lleva 30 años en el mundo de la música y que en algunos momentos de los ochenta parecía cercana a Portishead, hoy y después de 50 millones de discos vendidos y siendo la cantante británica en activo más vendedora todo parece insustancial. 5/10
1 comentario:
Yo te recomiendo, con cariño, que te limpies las orejas.
Publicar un comentario