Desde Islandia no sólo llega el eco de un país que se ha hundido con la crisis económica y cuyos habitantes han pasado de milagrosos a pobres en lo que dura un sueño y el sistema financiero se derrumba, tampoco es sólo el lugar de procedencia de Bjork. Islandia que tambiçen ha dado al mundo a Sigur Ros, tiene un grupo que sin ser nuevo publicará el 1 de Marzo uno de los mejores discos del año. Me he animado a hacer esta crítica anticipada porque de verdad es un discazo que merece la pena escuchar y también influye que haya un link que lo hace posible desde hace unas semanas, y aunque suene a pelín tópico me lo compraré en cuanto esté disponible.
Seabear han sido comparados muchas veces con Arcade Fire y de hecho tienen un toque en sus canciones que hará pensar en ellos, incluso puede que te veas transportado a escenas de Where The Wild Things are porque los arreglos tienen también el poder de los de Karen Oh. Hay verdaderas canciones en 'We built a fire', algunas de esas que cuando empiezan a sonar serán capaces de casi erizarte la piel como ocurre con 'Cold Summer', para seguidamente sentir cierta alegría folk con 'Wooden Teeth'. 'Leafmask' o la más upbeat 'Softship' son completamente irresistibles, quizás ese nivel más pop y más cercano de melodías fáciles y alejadas de los arreglos sofisticados hace que este disco sea tan bueno y que cueste tan poco dejarse arrastrar por él, sin olvidar la enorme sensibilidad que desprende cada canción sin que casi seas capaz de saltarte una de ellas, y acabando con una sensación alegre que te impulsa a escucharlo muchas más veces. 'Wolfboy' y 'Lion Face a Boy' son de lo mejor que he escuchado en mucho tiempo y aunque son lo más destacable todo en este disco tiene ese aroma de lo perdurable.
Seabear son los autores del que debería ser el disco más esperado de la primavera. Porque a veces el tradicional 'menos es más' es verdaderamente un montón. 9/10
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