Ha pasado tiempo ya desde la última vez que un disco de Robbie Williams salió al mercado, 'Rudebox' que jugaba con la electrónica y que salió apenas un año después del anterior no tuvo el éxito que muchos esperaban, y al final su promoción se fue hundiendo cada vez más. Fui un disco infravalorado y poco entendido que apuntaba en cierto modo a tendencias posteriores y que tampoco estaba tan lejano a las producciones de Timbaland para Justin Timberlake. El caso es que cuando un tímido experimento no funciona la técnica de la mayoría consiste en eso de 'volver al origen', origen de la convencionalidad se entiende, el origen donde estaban los fans que se perdieron por el camino. Ese origen puede significar el resurgir y el encuentro con posibles hits, pero al final todo acaba oliendo algo a naftalina, y eso es lo que podríamos decir de 'Reality Killed Video Star', se trata de un buen disco de pop pero que por momentos parece sacado de una cámara del tiempo, el riesgo se ha quedado por el camino.
Trevor Horn cumple su función de conseguir traernos de vuelta al Robbie showman, a ese de las ventas millonarias, 'Bodies' no es más que otro gran himno pop que guarda parecido con temas como 'Supreme', ese carácter épico y de grower, que sin embargo por alguna razón no ha funcionado tan bien como se esperaba. 'You know me' es aún más Robbie, y tira de unos arreglos y un estribillo bastante más inmediato, 'Blasphemy' aumenta la sensación de deja vu y más cuando se trata de un tema firmado por Chumbers. 'Do you mind?' pertenece a ese otro tipo de canciones más rápidas y que tiene un aire absolutamente noventero. 'Last days of disco' tiene una base algo más rica, y se trata de una de las canciones más acertadas del disco, quizás porque recupera un poco a ese Williams más electrónico que acaba susurrando para luego subir. 'Starstruck' podría haber sido un tema de otra época e incluído en un disco de George Michael. 'Difficult for weirdos' es quizás la que cuenta con la producción más futurista, y en estas canciones donde todo funciona mejor.
Robbie Williams ha sido capaz de hacer un disco que debería devolverlo a la actualidad, se trata de un esfuerzo modesto, una producción algo anónima que nos acaba dando un par de buenas canciones y otras que se pueden escuchar sin más. Es fácil pensar que podría haber dado bastante más de sí, pero en esa regresión en la que Robbie Williams se encuentra ya no sería nada raro que se reincorporara a Take That y dejara sus intentos en solitario para mejor ocasión. 6.5/10
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