Dónde estarán todas esas frustraciones, dónde se quedan esos sueños muertos, esas paredes que se cierran que se caen encima y nos obligan a emprender un camino nuevo, o simplemente a vagar sin una dirección concreta que nos limita, nos oprime y nos deja casi sin aire en el comienzo de los días. ¿Qué tiene esto que ver con PingPong?Pues la huida de un chico al que los problemas incomprensibles superan, la aceptación de una promesa de funeral dicha entre dientes y en medio de las rencillas familiares. Fuera de su escenario, del lugar de la tragedia puede descubrir los pequeños secretos de una familia media alta alemana que desde el exterior se sus jardines parece idílica, con piano, perro y cierto lujo. Esa apariencia se tambalea cuando el protagonista llega, algo dejado, pero con ganas de hacer cosas, se mete en ese mundo y pone contra las cuerdas una felicidad familiar enmascarada en neblinas huecas. La ignorancia de un adolescente, al atrevimiento de una mujer de media edad, la presión sobre otro adolescente y un padre semiausente con los hilos conductores de esta película alemana, con decorado fijo, muy teatral y que se sumerge en nosotros mismos, en un drama real, en la inexperiencia y que pone la fría venganza sobre la mesa.
No será la película de tu vida pero invita a reflexionar sobre la reacción humana ante la incomprensión. 6,25
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