En SPRAY teníamos hoy preparada una crítica sobre el fabulosos disco inglés de Robyn cuando nos ha bastado ver nuestras webs de cabecera para saber que algo extrañoestá pasando, there´s something about Madge. Y no nos gusta. Nada.Además de los rumores de que su disco se puede retrasar hasta el año que viene (no confiaría en su disco como para competir contra los de Kylie y Mariah), existen dos pseudo filtraciones de lo que se supone que es su nuevo disco,"Candy Shop" y hoy "The beat goes on". No es nada común que se filtren descartes de Madonna, conocemos "The Cyberraga" y alguna otra cosa, por lo que podemos esperarnos lo peor. Que estos truños SEAN parte del nuevo disco.
Debemos considerar los siguientes elementos:
1. Candy Shop es una de las mayores basuras EVER producidas para Madonna. Es algo que ni siquiera ordinarias como Eve o Kelly Rowland tocarían con el palo de una escoba. Por su bien, espero que se trate de una canción de relleno BIEN escondida en el tracklist. Y si es pista oculta, MEJOR.
2. The beat goes on es una sosada que recuerda a cosas del "Bedtime stories" y que perfectamente podría haber sido compuesta por 1994. Babyface anyone? También podría ser un "Justify my love" sin erotismo ni gancho. Vale que son 20 segundos, pero esto no promete NADA. Pharrel Williams (of "Hey You" in-fame) es ya oficialmente, la garrapata oficial de Madonna.
3. Madonna trata de incurrir en el mercado americano como una desesperada. Es la Reina del Pop y todo eso, pero sus reinvenciones deben ceñirse al pop y a la electrónica, porque a juzgar por lo que hemos oído, cualquier ordinaria de los outskirts de Philadelphia sabe más de ritmos urbanos que la Vieja. Y eso es peligroso. El disco se puede quedar a medio camino entre los gustos del mercado americano y los del mercado europeo-japónes-australiano, que es, vistas las circunstancias, a lo que Madonna debería dedicarse.
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