Decepcionante Star Trek

Star Trek era una película que me apetecía ver por todo el zumbido promocional que se había creado en torno a ella y por esa supuesta reputación de J.J. Abrams, dios por obra y gracia de Alias y Perdidos. Nunca tan poco ha dado para tanto, la supuesta creatividad de este director se transforma aquí en una sucesión de tópicos que no acaban de cuajar con una trama lineal que provoca algún que otro bostezo y que no le hará ningún favor a esta saga más allá del de revitalizarla en la taquilla, los dólares caeran pero la reputación de Abrams debería menguar.

La genialidad se apaga cuando sus recursos parecen ser los que usa en sus series, no hay más, y lo hace peor que en sus otras creaciones. El juego con el tiempo, y algunos trucos más no maquillan la reconversión de la ciencia ficción en ciencia de acción al servicio de unos actores que parecen sacados de un instituto y puestos a tripular una nave. Nunca antes un reparto ha resultado tan absurdo por increíble, ya puestos nos habrían podido colocar a Hannah Montana o a Zac Efron y el resultado no hubiera variado demasiado.

En una época en la que obras geniales como la revitalización de Batman han demostrado el poder resolver con inteligencia las aventuras de un superhéroe resulta desconcertante que una gran promesa de América se limite a hacer este pasatiempo que ni cumple con la premisa de entrtener. J.J. Abrams es un personaje extremadamente sobrevalorado por sus mediáticos seguidores pero que se mueve más en la insustancialidad irracional y frívola que en una hondura que parece serle ajena. 3,5/10