Britney: Out of the run

Los cuentos de princesas siempre han sido recurrentes y en la historia reciente hay uno que sobresale sobre el resto, Britney Spears, ella que un día nos engaño y nos hizo creer que era virgen y que era el símbolo de la castidad, inocente, educada, recatada, y bla bla bla ahora es la imagen de la decadencia, de una princesa sin reino y que sólo puede aspirar ya a beberse el agua de cualquier cenicero de una fiesta. Esta decadencia que es como la de Amy pero a lo bestia y encima con obesidad incluida, está dejando a Britney sin carrera; primero fue el matrimonio, luego los niños, y ahora nos viene con un tema que es lo más pobre, rancio, y prescindible del año, vamos que lo nuevo de Madonna parece lo más comparado con una baladona simplona, de letra penosa. Si desde luego es lo mejor que puede hacer mejor que termine con todo ya y se meta una sobredosis, al menos así será un mito. Spears parece maldita por el síndrome de Pharell, después de colaborar con él todo han sido desgracias, esperemos que Madonna no acabe en esta espiral de autodestrucción. En fin que si en el mundo debe haber alguien contento con la pérdida de la que un día nos dio clásicos del pop es Christina Aguilera, pero que no se ría mucho, puede que ahora venda más, puede también que su perfume sea mejor, que su marido sea serio, que tenga un hijo y lo cuide… Pero también puede que acabe siendo la sustituta ideal de Mariah Carey, y claro para eso ante es mejor ser una diva hundida y convertida en leyenda negra. Lo que si tenemos ya completamente claro es que Kylie puede llevárselo todo en invierno porque visto lo visto, ni Spears ni Madge parecen estar inspiradas.

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