
Wolf se muestra especialmente irritante en la mayoría del disco. Desde ese primer single 'Hard times' con un violín incesante, pasando por el sonido sucio, desgastado que no tiene mucho encanto. Algún tema como 'The bachelor' tiene un toque que podría parecer una canción representando a Bulgaria en cierto festival, las melodías y arreglos elegantes de algunos de sus temas se esfuman en este caso para dejar paso a algo desolador y difícilmente digerible. Sin embargo y a pesar del horror generalizado de este inconsistente disco hay algunos elementos que no son del todo malos, 'Damaris' es un tema efectivo con una bonita base melódica. Quizás su mayor acierto sea 'Who Will' donde de verdad demuestra que puede estar a la altura de lo que se espera de él si se lo propone, un tema que crece, que es épico. Dependiendo de tu humor podrás acabar catalogando temas como 'Vulture' de singles potenciales o de basura.
Patrick Wolf parece tener una crisis creativa, o más bien una crisis de rumbo, su disco se pierde en efectos y en rescatar sonidos que aportan poco, y en general tiene una tendencia más que enfermiza por ponernos enfermos con sus sonidos. No es desde luego una obra maestra, no tiene un single tan genial como 'The magic position', es tan pretencioso como insustancial y repetitivo, no cuela en defintiva el intento este de supuesta genialidad. 5/10
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