
Eran las 20,35 y llegué a la Joy, ya con la gente que había hecho cola dentro y sin tener que esperar pasé y encontré mi sitio en la cuarta fila, antes recogí mi EP de regalo donde Christina Rosenvinge sale increíble, estática su cara en movimiento su pelo. Y miré alrededor, delante tenía a una clon suyo pero con 20 años, el mismo pelo, la misma manera de maquillarse o de más bien no hacerlo, al otro lado cuatro chicos que aún no conocía. Y así después de una telonera Alondra Bentley que me recordó tanto a ese sonido que se ha puesto de moda gracias a Russian Red, pero que no estaba mal, apareció una espléndida Christina Rosenvinge. Un elegante vestido negro que dejaba intuir un cuerpo delicado, y unos tacones que realzaban aún más su figura, es impreionante que esté tan genial a su edad. El concierto estuvo lleno de magia, con un recorrido que pasó por sus discos en inglés, por canciones más antiguas y que no se dejó pasar los temazos de 'Tu labio superior'. Es cierto que yo iba predispuesto a dejarme llevar por Rosenvinge, su disco fue mi número uno en álbumes del 2008 y su 'Eclipse' fue la quinta mejor canción de la lista, así que tenía todos los elementos para que saliera de allí feliz y lleno de sensaciones.
Hubo unos cuantos momentazos en el concierto por ejemplo el sólo en el escenario acompañada de piano en 'Animales Vertebrados', la aparición inesperada de Lourdes Hernández en 'Por la noche' en donde Rosenvinge se permitió decir que era como Britney y Madonna, y todos nos reímos. 'La distancia adecuada' fue un momento único, de los mejores que he vivido en un concierto, con las luces y con esa letra que es genial, y mi canción favorita 'Nadie como tú' fue la encargada de cerrar un conciertazo. Y yo me terminé con aquello de yo fui quien oscureció tu casi ideal historia de amor. 9/10
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