
No hay nada de malo en este disco de pop de chicle, que se pega al oído y cuyas melodías entran con tanta facilidad que lo hacen irresistible. Sería como ponerle banda sonora a un mundo feliz, de colorines, lleno de mariposas que revoletean sobre nosotros mientras nos tumbamos en un campo de césped rodeado de lirios y margaritas, y todo huele bien y todo se dice con una sonrisa...Es más, a veces lo mejor es trasladarse a esos mundos y huír del rollo de la realidad. Cuesta destacar canciones porque la verdad es que la mayoría cumplen a la perfección con lo que se puede pedir a un tema pop, es decir buena instrumentación, y unas letras sencillas pero pegajosas, destacaría 'guitarras y tambores' y también el precioso cierre con 'Cola Jazz Vals', por destacar algunas, pero de verdad que lo guay es es escucharlo entero.
Algunos dirán que son unos empalagosos o cursis pero y lo realmente divertido que es volver de vez en cuando a ser un quinceañero y emocionarse con cosas simples. Este disco es capaz de alegrar una tarde, de contagiar momentos de sensaciones pasteles. Y como transmitir es una de las cosas que hay que pedirle a la música y más si esta bien hecho, este disco acaba con un notable. 7/10
Por cierto en el debate de si el diseño del CD y las fotos podrían haber sido mejores o son guays, yo creo que aunque no son malas podrían haber estado más conseguidas buscando aún más el toque pop.
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